29 May 2011

Una reflexión: el 15M, la Spanishrevolution, el compromiso y yo

A modo de prólogo, y desahogo, antes viene  lo personal. Si quieres, sáltatelo.

Si no he escrito nada en las últimas semanas, es por que no sabía qué escribir. Y no sabía qué escribir porque a lo largo de todo este tiempo (y hasta lo que mi rodilla rota me lo ha permitido) he estado intentando meterme, ganarle el pulso a ese escepticismo que parece crecer cada vez más dentro de mí —cosa que, dicho sea de paso, no me gusta nada— y vivir, otra vez, un sueño.

Yo soy una de esas personas demasiado autonscientes para las que el cuasi-oxímoron "vivir un sueño" ha sido siempre muy difícil de conciliar y ni quiero hablar de realizar. Sin embargo, a lo largo de mi vida, en muchas ocasiones he logrado abrir el libro de los sueños comunes —y en otras crearlos, directamente, involucrando a la peña—, suspender la incredulidad y adentrarme con los demás en el sueño. Sin embargo, y con toda probabilidad a causa de esa maldita herencia que me han dejado mis padres

(la vida no es bonita, pero es original)

a mí el sueño siempre me duraba menos que a los demás, lo cual, para que os pueda dar una idea, es como haber pasado una noche estupenda de borrachera, acampados en la playa, una de esas noches de "comunión" con los demás y el universo,y al día siguiente, por algún castigo cósmico, ser el primero en despertarse, muy muy temprano, con una resaca tremenda, nadie con quien hablar, la hoguera apagada, y la realidad de que es domingo y que hoy hay que coger el coche y volver a casa porque mañana es lunes y hay que currar).

Es decir que yo, al que todo el mundo considera un pasional y pasionario, he perdido el mapa que usaba cada vez que tenía que volver a buscar a mi pasión, y no la he podido encontrar. Y esto me ha puesto muy, pero que muy triste.

Y ahora, poco a poco, la reflexión 
(después de terminar de escribir: veo que sigo en lo personal, así que, si quieres, puedes evitar leerte el artículo entero)

Antes que nada, relajaros unos minutos, leed este artículo de El País y luego mirad este vídeo:


Ahora bien, seas de derechas, de izquierdas, hetero, homo, mono, bi, tri, cuadrisexual, de cualquier color y raza y si vives en este primer mundo (especifico, porque en otros países esto ni se plantea: las urgencias son tan más acuciantes...) me resulta difícil imaginar que estés en desacuerdo con esto. Me corrijo: posiblemente no te reconozcas en esto si eres el dueño de una gran empresa, si juegas en bolsa, si especulas, si piensas que no somos todos iguales y no tenemos todos los mismos derechos, sino que algunos son más iguales que otros; si eres uno de los cuatro que se alimenta de los cuarenta millones, como dice mi amiga Sara; si eres un político corrupto —me corrijo otra vez, si eres un político al uso—; si eres un egoísta y/o un insolidario.

Dice Sara en su blog Grandes Esperanzas:

No se trata de que votemos al mismo partido, ni de que creamos en las mismas cosas. No se trata sólo de la corrupción, del bipartidismo, de la ley electoral o de la crisis hipotecaria. Tampoco es únicamente que el talento no llegue nunca arriba, porque sólo interesa que el incapaz gestione, no vaya a ser que el que sabe tenga un ramalazo de honestidad y arrastre a los cuatro que se alimentan de los cuarenta millones.
Se trata de caminar hacia una sociedad en la que nuestros hijos no encuentren justificable —y preferible a la alternativa de estudiar Comunicación Audiovisual— tener sexo ante unas cámaras para poder ganarse después la vida de contertulios en un programa de televisión. Una sociedad en la que el beneficio económico o el miedo a la indigencia no justifique cualquier medio, cualquier comportamiento. Detrás de los políticos que no gravan a las empresas ni a los millonarios, que permiten el rescate de la banca y la sangría al ciudadano de a pie, estamos TODOS. Todos los que nos plegamos a las normas de nuestro banco, que nos elimina las comisiones cuando cobramos tres mil euros pero nos pone mil más si estamos en paro, cobramos el día 10 y tenemos descubiertos; todos los que comprendemos que uno se gane la vida a costa de la explotación, de la enfermedad, de la especulación, del engaño, porque ‘aquí cada uno se tiene que buscar la vida como pueda’.
¿Por qué nos parece normal que nos pidan una licenciatura, un máster e idiomas para ejercer un puesto con 800 euros de sueldo y que, sin embargo, nuestro jefe de gobierno necesite un intérprete para hablar con otros dirigentes? ¿Por qué cuando acompañamos a un enfermo en un hospital y vemos que en la cafetería los precios son desorbitados decimos ‘es normal, se aprovechan porque no hay nada más alrededor’? ¿Es que hemos aceptado que la explotación de las miserias humanas es lo que mueve nuestro mundo?
La revolución ética debe partir del epicentro personal de cada uno. De la honestidad, de elaborar el propio camino paso a paso, intentando ser consecuente con las creencias personales. Y digo ‘intentando’, porque parto de que el ser humano es imperfecto y nunca logrará una utopía homogénea, ni siquiera en su propia vida. Las contradicciones nos construyen.
Me gustaría que alguien se atreviera a contestar (en el sentido de impugnar, de replicar) lo que Sara dice. Yo no puedo evitar compartirlo plenamente, y eso que no soy —lo fui, durante tiempo pero ya no, por lo menos por ahora— de los que ganan 800 euros al mes sino tres veces tanto. 

Ahora bien, yo bajé a la plaza, en muletas, y teniendo mucho cuidado, porque la rodilla destrozada en el accidente requiere cuidados extremos, y en la plaza vi, observé, escuché, hablé, polemicé, me enfadé (sin muchas ganas), me arrepentí de haberme enfadado (con mucha culpa), y sentí y hasta me dio vergüenza ajena la confusión, el no saber explicarse, el protagonismo puro del micro abierto, la falta de claridad en los objetivos... pero también vi la rabia, el malestar compartido, las ganas de ser protagonistas y hacedores de la propia vida y de la propia felicidad...

...y la indignación, señores, la indignación de muchas personas que, con estudios o no, están hoy más o menos informados —más o menos, pero informados, y mucho más que ayer— de cómo de todos los causantes de la Crisis (tanto personas como empresas, pero personas, al fin y al cabo) que han destrozado la vida de centenares de miles de familias que han acabado viviendo en la calle en todo el Primer Mundo, de cómo, decía, ni uno ha tenido una sentencia de prisión ni una multa más o menos significativa, sino que, por ejemplo en EEUU, muchos de ellos han acabado formando parte del gobierno de Obama (insisto, hablo de este Primer Mundo porque es el en el que vivo, parásito, a su vez, y vampirizador de los otros "Mundos" que malhabitan nuestra madre Tierra). De paso sea dicho, como dice el artículo que mencioné al comienzo: el 50% de los congresista de EEUU son millonarios.

Vi todo eso, y vi como, muy poco a poco, verdaderamente muy poco a poco, ese malestar fue concretándose en muchas propuestas, y cómo ésas propuestas han ido limándose, tratando de recoger consenso (¿os suena? ¿no lo habéis estudiado? eso se llama democracia... Porque no, democracia no es esto a lo que estáis acostumbrados, esto en donde otros deciden por tí, sin que tú puedas hacer nada, sin que tu voz tenga ningún peso). 

Vi todo eso, pero no pude disfrutarlo. Estaba yo en el medio, en el meollo, y no me lo creí. Será que tengo un bajón generalizado, será que mi novia me dejó hace meses y yo la sigo queriendo y todo me parece gris sin ella, será que esto ya lo he vivido y presentí la frustración... Sin embargo estuve. Porque, lo viva yo con ilusión o no, la ilusión del cambio no debe apagarse, ya que es la única que puede provocar un cambio verdadero y real. 

Lo que ahora queda, y esto es lo más importante, es el compromiso. Sin compromiso no hay nada. Si no hay compromiso, la voluntad flaquea. Si no hay compromiso, no se puede crear nada. Bien lo sé yo, que perdí algo muy grande por no comprometerme. Y el compromiso es difícil de mantener, especialmente en carreras como éstas, que son carreras de fondo. Porque las plazas se vaciarán, las acampadas terminarán o serán desalojadas a porrazos. Y entonces habrá que mantener el compromiso con uno mismo, sin el respaldo de la masa colorida y jubilosa de la plaza. Habrá que mantener el compromiso con el vecindario, con el barrio, con la señora de rulos que se queja de su pensión de viudedad pero que sigue votando al PP y alquilando su plaza de garaje al vecino del tercero por 200 euros, la muy... pero que baja a la reunión porque hay que cambiar las cosas, no se puede ya vivir así, ésa juventud tiene razón... y ponernos todos de acuerdo, un acuerdo de mínimos, algo que nos haga feliz a todos, y mantenerlo, día tras día. Yo no supe hacerlo conmigo mismo, y perdí lo que más apreciaba, así que me permito decirlo: el compromiso hay que tomarlo con amor, paciencia, perseverancia y sobre todo, positividad.

Comprometernos a bajar a la plaza cada mes. Para que nuestros lazos se mantengan y para que todos vean que seguimos allí. Comprometernos a bajar al barrio. 

Comprometernos, sobre todo, con nosotros mismos.

Dedico mi compromiso a mí mismo y a P. (para que sus hijos, que ya no serán míos, tengan un mundo un poco mejor en el que vivir y crecer).

3 May 2011

Beatification of a... criminals' friend?


On May 1, a day which has not at all been chosen randomly, but strategically, as the 1st of May has always been the traditional day of all the workers of the world (and, obviously, a special day for the secular left), Karol Wojtyla, John Paul II has been beatified, just six years after his death. For the Catholic Church is a necessary step to sainthood.

John Paul II has been beatified, without taking into account the all those aspects which could be considered "a bit controversial" (obviously, all this has been strictly forgotten during these days):
  •  his omissions in reporting cases of child abuse,
  • his alliance with the Latin American dictatorships
  • his alliance and friendship with very discussed prelatures as Opus Dei and the Legionaries of Christ
  • his relentless war against modernity, against the Basic Christian Communities, against the Liberation Theology and against the spirit of the Second Vatican Council.
Beatification (thanks Wikipedia):
Beatification (from Latin beatus, blessed) is a recognition accorded by the Catholic Church of a dead person's entrance into Heaven and capacity to intercede on behalf of individuals who pray in his or her name 
 Go on reading. We'll jump somewhere else and come back.

If you enter the cathedral of San Salvador and look to the right of the nave, you will see the image of a smiling priest. But do not get confused! That priest smiling represented in the giant painting is NOT the Bishop Oscar Arnulfo Romero, murdered in 1980 by death squads of the government of ultra-right. That priest, with that gentle smile, is San José María Escrivá de Balaguer, founder of Opus Dei, the Catholic organization (merely a very very powerful sect, linked to the ultra-right)  and of whom Karol Wojtyla was clear and secure political ally. 
The alliance was so strict and strong that John Paul II sanctified the Basque priest without considering the closeness of this priest to the Franco's dictatorship, the Spanish anti-Semitism, the outrageous purchase of a noble title, and all the complaints coming from all Europe about the manipulation of the process of sainthood. What mattered was to provide a Catholic saint to the ruling class, fiercely anti-communist, who plays a Catholicism in which money and power were celebrated as a path to salvation.

To find the few signs reminding Monsignor Romero, the traveler who visits El Salvador-including Barack Obama who arrived there last March- must find a chapel, often closed, placed outside a cathedral (strictly controlled by the Opus Dei). Even if the faithful and the humble little market outside is all about and for Romero, all the glory of god -the official god- is reserved to the founder of the Opus Dei.

Why are we speaking about Bishop Oscar Arnulfo Romero? Because Romero was killed by death squads of the Governement (ultra-right), and just few months before his martyrdom, 7 May 1979, the Central American bishop had presented a dossier on human rights abuses in his country to John Paul II. Among the documents there were photos of the body of a young priest tortured and murdered by the military. Romero was released from the hearing saying he was "dismayed" by the coldness the pope demonstrated to his complaint.:

"You must have better relations with your government" 

were the categorical words of the pope.

With those words the way to holiness had ceased to be a mystery: it responded to a political and worldly logic, which meant for Karol Wojtyla the  alliance with the dictator Augusto Pinochet and the executioners of Plan Condor .

This explains why, after 31 years, the process of beatification of Bishop Romero has been lost in the archives of the Congregation for the Causes of Saints, while the cause of the founder of the Opus Dei followed an accelerated path. Several witnesses, including Ernesto Cardenal, priest and minister of Nicaragua repeated what Wojtyla said publicly: that the beatification of Romero as a martyr was not appropriate because "it would have been exploited by the left."

Go on reading:

A very similar path was taken by John Paul II to help another of his allies: Marcial Maciel, the founder of the Legionaries of Christ, a kind of Opus Dei super-ultra-right: intolerant to all other religions and a man who was a symbol of anti-conciliar church, now very close to the government of Felipe Calderón in Mexico. Although there is evidence that since 1976 the future pope was informed of severe criticism towards Macie (they were public):

  • this two concubines,
  • he various children he personally raped for years,
  • allegations of theft,
  • embezzlement and other crimes
Maciel was intended to fast track a holiness by the pope. 

Only after the death of Wojtyla Maciel ceased to be a living saint, and only after the demise of this, in 2008, the Catholic Church was forced to stop covering the faults of this criminal. With Maciel,  the Pope Woityla repeated what he had done for decades: the practice of silence. The pope was informed with certainty and had played an active role not only in covering up Maciel crimes, who went far beyond the sexual abuse, but also in silencing all other sexual abuse practiced by hundreds of pedophile priests, beginning with the Austrian Cardinal Hans Hermann Groër and the American Bernard Law.

So, yesterday John Paul II was beatified. The protector and ally of Escrivá Maciel and the enemy of Romero (left alone in his martyrdom); the relentless witch-hunter in Latin America's Catholic Church which, in the Eucharistic Congress held Medellin in 1968 decided something which couldn't be tolerated by the Big Men who rule the world: the "preferential option for the poor people ". 

It was against the liberation theology that John Paul II made the first of his many trips abroad. In January 1979 he went to Puebla, Mexico, for the third Latin American bishops' conference, which impressed a hard turn conservative. Since then hundreds and hundreds of progressive religious were removed and silenced by Pope John Paul II. The first was one of the greatest theologians of the Council, Bernard Häring. Among the major figures, there was Pedro Arrupe, Jesuit superior general, Bishop of migrants and prostitutes, the Frenchman Jacques Gaillot, who was assigned to the non-existent diocese of Partenia, the bishop of San Cristobal de las Casas, Samuel Ruiz, sensitive to the Zapatista world and the indigenous …

Thus, between glory and smoke of incense we have ended up with a beatification which has been delayed the minimum necessary to maintain the decency of a process that the slogan "saint now" pretended to jump.
And, obviously, the "feast" had been thought strategically, with the lack of respect the established Catholic Church (and the Popes) had always showed towards the poors. In Rome, a merchandising kitsch, (the "blessed Wojtyla" pins and patches) invades Via della Conciliazione. The same happens in Wadowice, in southern Poland, the second most important point of the celebrations: here the pope was born 91 years ago. Over half a million pilgrims visit the town each year, and all its hotels and convents, churches and restaurants. A museum dedicated to John Paul II has opened, just yesterday, another thousand suqre meters of exhibition space.SO much has a pope to show? Where is the Francis of Asisis' spirit?

Also in this context, the image of John Paul II, with his very generic message of peace and love, is hiding the reality of the Polish Catholic church flattened every day by its tight alliance with the ultra-right,  racist , anti-Semitic and ultranationalist party.  

It is not a coincidence that the Polish situation is similar to that of the other country where the "wojtylism" has rooted more deeply: Italy. The Catholic hierarchy has never been separated from the government of Silvio Berlusconi,  in spite of the continuing sex & corruption  scandals, the alliance with the Northern League (racist) and the absolute lack of charity towards the migrants. The Italian prime minister (Berslusconi) continues to buy their silence by granting huge economic benefits in terms of funding or tax exemptions to private (religious) schools, preventing any debate on ethical issues on artificial insemination, homosexual marriages, palliative care. This even though several scientists, including the anesthesiologist Lina Pavanelli, have studied how the same Wojtyla deliberately stopped his treatment, accelerating the death, which the church considers a mortal sin for ordinary believers. Wojtyla is the conservative, always uncompromisingly against any form of contraception and against the use of condoms in combating AIDS. 

This is the man who’s been beatified.